El Ayuntamiento recomienda evitar que mascotas y niños jueguen cerca de pinos con procesionaria al constatar el inicio de la ruptura de las bolsas

  • Pide a los propietarios de terrenos con pinos afectados que retiren las bolsas accesibles y traten de capturar las orugas si ya han bajado
  • En caso de detectar bolsas en espacios municipales, hay que avisar el Ayuntamiento porque se pueda actuar

El Departamento de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Alzira ha recibido avisos de la presencia de grupos de orugas de procesionaria bajando por los troncos de los pinos en los parajes municipales y, a pesar de que no se trata de una plaga grave para los árboles, indican, «sí que puede generar molestias y urticarias en la piel, que se pueden ver agraviadas si concurren con alergias, y puede afectar las personas (normalmente a los niños) y las mascotas (especialmente a los perros)». Es por eso que realizan una serie de recomendaciones para evitar la afección por estas orugas, que en los últimos tiempos «se han reproducido con mayor intensidad y han avanzado su ciclo biológico», por lo cual, a estas alturas, ya se observan hileras de orugas que bajan de la copa de los pinos para enterrarse al suelo y completar su ciclo vital.

Precisamente, en el tiempo en que transitan por tierra es cuando pueden entrar en contacto con animales y personas y ocasionarles molestias. Así, de manera general, aconsejan «evitar que criaturas y mascotas jueguen en las proximidades de árboles afectados de procesionaria en el periodo en que se produce la procesión». Y piden a los adultos que «extremen la vigilancia» para detectar la presencia de hileras para impedir que los menores y los animales entren en contacto con las orugas.

También aconsejan a los propietarios de parcelas donde hay pinos que si observan la existencia de bolsas de procesionaria en los árboles en ramas accesibles, «las retiren mediante la poda de las ramas afectadas, siempre por personal especializado». En el caso de bolsas situadas en lugares inaccesibles, explican que se pueden aplicar, también a cargo de personal especializado, productos biocidas a base de bacterias (Bacillus thuringiensis) o plaguicidas específicos.

En caso de que detecten que las orugas descienden en procesión del árbol para enterrarse, se puede optar por otros métodos de captura como la colocación de plásticos alrededor de los troncos impregnados con cola de secado lento (a manera de barrera), o también recipientes en forma de cono para interceptarlas. De esta forma evitarán que se desplacen por tierra, y se eliminará así el riesgo de contacto con las personas y los animales.

Complementariamente, animan a la población a que si detectan la plaga en árboles situados en jardines u otros espacios verdes urbanos y periurbanos, avisen al Ayuntamiento a fin de que se apliquen los tratamientos oportunos en el tiempo más breve posible, puesto que su colaboración es muy importante.

El concejal de Medio Ambiente, Agricultura y Transición Ecológica, Pep Carreres, ha explicado que «la subida de las temperaturas derivadas del cambio climático está provocando alteraciones en el ecosistema y algunas especies, como la procesionaria, encuentran mejores condiciones para desarrollarse, lo que provoca un aumento en el riesgo por afección a las personas y los animales». Así mismo, pide a la ciudadanía «que aplique las medidas preventivas pertinentes en las propiedades particulares y colabore avisando al Ayuntamiento en caso de detectar estas bolsas y orugas en espacios públicos».