A lo largo del pasado puente de San Vicente, la Policía Local de Alzira implantó de nuevo un dispositivo de vigilancia y control de las zonas de ocio y esparcimiento, en prevención del cumplimiento de las medidas vigentes por la COVID-19.
Durante las mañanas de los días festivos se controló especialmente el acceso a los parajes naturales de la Murta y la Casella para evitar la masificación de personas y embotellamiento de vehículos. Por las tardes se controlaron principalmente los establecimientos de restauración y las zonas de afluencia de jóvenes.
Fruto de este dispositivo, cuatro locales fueron denunciados, dos por consumo de alcohol por parte de menores y dos más por exceso de aforo. En concreto el sábado por la tarde, después de recibir una llamada vecinal, los agentes intervinieron en un local donde identificaron a nueve menores que presuntamente estaban consumiendo alcohol, tanto en el interior como la terraza. Se levantó acta-denuncia por falta grave al encargado del establecimiento.
Lunes, también por la tarde, en el transcurso de las vigilancias planificadas, los agentes observaron a dos menores consumiendo alcohol en otra terraza, por lo cual igualmente se tramitó denuncia por infracción grave.
La regidora de seguridad, Sara Garés, ha manifestado el agradecimiento a la ciudadanía que actúa en colaboración para mantener la orden y asegurar el cumplimiento de la normativa.
En cuanto a las infracciones sobre venta de alcohol a menores, hay que aclarar que no corresponden específicamente a la normativa sobre la COVID-19, sino a la legislación sobre establecimientos públicos de la Generalitat. La multa por estos hechos, calificados como graves, puede llegar a los 30.000 euros y, incluso, al cierre del local por seis meses.