La procesionaria ha avanzado su ciclo biológico y se ha reproducido con mayor intensidad, puesto que se detectan en estos momentos numerosas bolsas de orugas a las copas de los pinos y se espera que pronto podrían estar descendiendo por el tronco del árbol en procesión para enterrarse en el suelo. Aunque la presencia no es especialmente grave para los árboles, y tiene una función específica para el ecosistema forestal, la oruga ocasiona molestias urticarias en la piel que se pueden ver agraviadas si concurre con alergias y puede afectar a las personas (normalmente niños) y a las mascotas (especialmente perros).
El regidor de Medio ambiente, Agricultura y Transición Ecológica, Pep Carreres, ha declarado al respeto: «La subida de las temperaturas derivadas del cambio climático está provocando alteraciones en el ecosistema y algunas especies como la procesionaria encuentran mejores condiciones para desarrollarse, lo cual provoca un aumento en el riesgo por afección a las personas y los animales. Por este motivo rogamos a la ciudadanía que aplique las medidas preventivas pertinentes en las propiedades particulares y colabore avisando al Ayuntamiento en el caso de detectar estas bolsas y orugas en espacios públicos».
En el caso de tener pinos a su propiedad y observar la existencia de bolsas de procesionaria, con el fin de prevenir problemas, se aconseja seguir las siguientes pautas:
1. Si detecta la presencia de bolsas en las ramas accesibles de los pinos, se recomienda que se retiren intermediando la poda de las ramas afectadas, siempre por personal especializado. En el caso de bolsas situadas en lugares inaccesibles, se pueden aplicar, también mediante personal especializado, biocidas a base de bacterias (Bacillus thuringiensis) o plaguicidas específicos.
2. Cuando observan que las orugas descienden en procesión del árbol para enterrarse, se puede optar por otros métodos de captura como la colocación de plásticos alrededor de los troncos impregnados con cola de secado lento (a manera de barrera), o también recipientes en forma de cono para interceptarlas. De esta forma evitarán que se desplacen por el suelo, y se eliminará así el riesgo por contacto con las personas y los animales.
3. Hay que extremar la vigilancia en los lugares donde se encuentran árboles afectados en el periodo que se produce la procesión, impedir a los niños jugar en sus proximidades y prestar atención a las mascotas.
4. Complementariamente, en el caso de detectar la presencia de la plaga en árboles situados en jardines u otros espacios municipales, los vecinos podrán avisar el Ayuntamiento a fin de que se apliquen los tratamientos oportunos en el tiempo más breve posible, puesto que su colaboración es muy importante.