El Ayuntamiento de Alzira adquiere dos plafones y otros elementos cerámicos procedentes del Forn de les Rajoletes

El próximo mes de junio hará 18 años que se desplomó el conocido «Forn de les Rajoletes», ubicado en la antigua calle Teniente Boscà. En el escombro del horno perdió la vida su propietaria y panadera Emilia Taballo.

El Ayuntamiento de Alzira, desde la Concejalía de Patrimonio Cultural, ha recuperado dos plafones de gran valor cultural y etnológico. Se trata de un plafón del siglo XVIII que representa San Cristóbal y una Virgen María de los Desamparados, de comienzos del siglo XIX.

En el momento que se derrocó los restos del horno asolado, el Ayuntamiento se hizo cargo de salvaguardar los dos plafones cerámicos en los restos del inmueble.

«Los plafones y otros elementos cerámicos han sido adquiridos por el Ayuntamiento de Alzira por un valor de 6.000 euros, después de las negociaciones con los herederos. A partir de ahora, son un elemento patrimonial más de los alcireños y, una vez restaurados, quizás se ubicarán en la cocina de la Casa de Alós», según la regidora de Patrimonio Cultural, Isabel Aguilar.

Estas son las características de los dos plafones y las baldositas policromadas:

«San Cristóbal». Plafón cerámico devocional del siglo XVIII que representa el santo llevando al hombro a Jesús. Está compuesto por 12 baldosas cerámicas policromadas de 20 × 20 cm. Su estado de conservación es deficiente, puesto que presenta desconchaduras y rotos prácticamente por toda la superficie a causa de la antigüedad, de haber sido instalado en diferentes lugares y trasladado, sufriendo alguna intervención de conservación poco metodológica, con la definitiva afección producida por la caída del inmueble y la retirada del muro donde estaba adherido por el reverso con material muy resistente y poco adecuado. De las cuatro baldosas que se sitúan en el eje central en orden vertical, están partidas: la superior en tres fragmentos, dañando la cara del santo; la correspondiente al cuerpo del santo en cinco fragmentos, y la del pie izquierdo en tres fragmentos y uno faltando por la parte de la cenefa pintada que rodea el tema central. Así mismo, la línea inferior, la baldosa del pie derecho del santo fracturado en tres trozos y una faltando de la cenefa que enlaza en la siguiente baldosa; la tercera y detrás de la línea inferior también rota en dos fragmentos y desconchado. El valor estimado de la pieza, teniendo en cuenta el proceso de recuperación, es de dos mil doscientos cincuenta euros.

«La Virgen María de los Desamparados. Año 1835». Representa la Virgen María de los Desamparados y está compuesto por 15 baldosas cerámicas policromadas de 20 × 20 cm. Su estado de conservación es deficiente, puesto que presenta descorchaduras y rotos prácticamente por toda la superficie a causa de la antigüedad, de haber sido instalado en diferentes lugares y trasladado, sufriendo alguna intervención de conservación poco metodológica, con la definitiva afección producida por la caída del inmueble y la retirada del muro donde estaba adherido por el reverso con material muy resistente y poco adecuado. El valor estimado de la pieza, teniendo en cuenta el costes y delicado proceso de recuperación, es de dos mil doscientos cincuenta euros.
El resto de baldositas policromadas de los siglos XVIII-XX, pintadas a mano y con motivos florales, requieren un minucioso proceso de recuperación muy delicado y costoso, por lo cual no se puede hacer una estimación real de su precio. No obstante, atendido la cantidad y el valor de conjunto, se estima en quinientos euros.

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