Alzira, 11 de mayo de 2022.- Unas puertas de grandes dimensiones 3’30 de alto por 2’20 de ancho que deberían de pertenecer, por los diferentes elementos que conserva, a la portería del monasterio, si bien anteriormente se valora que podrían corresponder a la hostería.
Están constituidas por una hoja grande que se abría a un lado para dar paso ancho al recinto. En el centro inferior de ella un portezuela para el paso individual de personas. Conserva por la parte de atrás algunos de los herrajes originales y por delante los clavos que, a manera de flores, la decoraban y la reforzaban. Pequeñas ventanas que a modo de aspilleras o buzones servían para acechar y atender a los visitantes y en el caso de un letrero de porcelana, que ha perdido la grafía, se podía leer Limosna, puesto que se dedicaba a dar limosna a los peregrinos. Dichos elementos son los que la caracterizan para ubicarla en la torre que hacía de portería.
Con el abandono y el expolio del monasterio, fueron trasladadas, seguramente a finales del siglo XIX o principios del XX, a la planta inferior de la Torre de las Palomas, sufriendo allí las inclemencias del tiempo. En el año 2003, en el transcurso de las excavaciones arqueológicas, se constató su valor y, en el 2007, se recuperaron por el museo, siendo trasladadas al taller de Manolo Magraner donde se limpiaron y guardar provisionalmente, hasta que se devolvieron al MUMA para proceder a su restauración. Después de los trabajos de desinfección, limpieza y consolidación, llevados a cabo por la restauradora del museo, Mónica Ibáñez, se ha procedido a su musealización en la Sala de Enrique Núñez, donde se muestran diferentes elementos procedentes del monasterio, como la Cruz de Alfardones; la colección de acuarelas de 1846; el plafón cerámico de la Virgen María del Arrayán, procedente del Huerto de las Madrileñas; diferentes restos arqueológicos recuperados en las excavaciones, como las claves de las vueltas de la Sacristía, molduras con motivos decorativos y otras piezas cerámicas, destacando una escudilla con el escudo de la orden jerónima y de la familia de los Vich, un azulejo policromado con el emblema de este linaje; así como un recipiente con una advocación mariana alusiva a Nuestra Señora del Arrayán.
«A lo largo de este mes de mayo, se celebrarán diferentes actas culturales, con motivo de la celebración del Día Internacional de los Museos, y una de las propuestas que lanzamos desde la Concejalía de Patrimonio es visitar la musealización de esta valiosa pieza. Un paso más en la recuperación de nuestro Patrimonio», según ha declarado Isabel Aguilar, regidora encargada del área de Patrimonio Histórico del Ayuntamiento de Alzira.