La concejalía de Servicios Urbanos del Ayuntamiento de Alzira ha procedido a revestir los bajos de un total de 19 farolas con protectores especiales, con el fin de evitar la corrosión de la chapa de acero, especialmente castigada por las constantes deposiciones de orina de los perros, y que podría provocar un peligro si la farola acaba cayendo en la vía pública.
En esta nueva fase de mantenimiento de las farolas se ha actuado en la plaza Sagrada Familia, en el parque Pere Crespí y en la calle Pavía. Con esta actuación ya se han reparado alrededor de 100 farolas con este sistema a Alzira.
«Con esta acción protegemos, por un lado, las farolas que todavía no han sido afectados por la erosión y, por otro lado, reforzamos aquellos que muestran un avanzado desgaste en su anclaje para evitar que acaban cayendo», explica el regidor responsable, Fernando Pascual. El edil apunta que se continuará trabajando en sucesivas fases en más farolas del casco urbano, aunque hace «un llamamiento a los propietarios de perros para pedirles que contribuyan al mantenimiento de las farolas en la vía pública intentando evitar que el perro orine en la base de las farolas».