La mejora y acondicionamiento de las aceras del casco urbano se ha visto intensificada desde la legislatura que arrancó en el 2015. Al trabajo realizado por anteriores equipos de gobierno hay que sumar el que se desarrolla en la pasada legislatura y el que llevamos del actual, lo cual permite que Alzira disponga de unas aceras adaptadas a las necesidades del siglo XXI.
«Actualmente se mira mucho el tema de la movilidad, una cuestión que hace décadas no era un asunto prioritario, por eso trabajamos para conseguir que todas las aceras de la ciudad estén adaptadas a la normativa. Somos conscientes que queda todavía tarea que llevar adelante, pero se van condicionando aquellas aceras que presenten un mayor deterioro o para tratarse de aceras con gran paso de peatones», ha declarado Fernando Pascual, regidor de Servicios Urbanos.
En concreto, la acera izquierda de la calle Pere Esplugues, entre los cruces de las calles Francesc Bono i Esperança, son objeto de una remodelación integral, puesto que se trata de un tramo de acera que fecha de 1969, por lo cual después de 51 años era necesario condicionarla y reparar los desperfectos que presentaba por el paso del tiempo.
El regidor ha explicado que «desde Servicios Urbanos se seguirá adelante en la adecuación de todos aquellos tramos de acera donde sea necesaria una actuación para garantizar la seguridad de los peatones, atender las demandas vecinales y dotarlas de las rampas de accesibilidad en aquellos puntos del casco urbano donde todavía no se cuenta con este elemento».