Personajes alcireños repasan la historia del Gran Teatre y explican sus vivencias en una mesa redonda sobre el centenario

• El técnico cultural, Jordi Verdú, defiende la gestión pública del centro, porque permite una programación más variada
• El acto se inscribe en la programación de las jornadas culturales de los XXXIII Premis Literaris Ciutat d’Alzira

El Gran Teatre ha sido un superviviente, así resumía ayer la historia del emblemático edificio la profesora Inés Orts, autora del libro 100 años del Gran Teatro, que conmemora el centenario de la sede cultural, un hecho que protagonizó la mesa redonda programada dentro de los actos culturales de los XXXIII Premis Literaris Ciutat d’Alzira. Desde el escenario del renovado Gran Teatre, Orts avanzó a grandes rasgos algunos pasajes de la historia de esta construcción ligada a Alzira desde hace un siglo, una época en la cual existían muchos teatros, de los cuales solo subsiste el Gran Teatre. El edificio, con una complicada historia de juicios, está en pie gracias a las personas que en cada momento apostaron por él, según explicó Inés Orts: «La historia del Gran Teatre, desde los inicios, ha sido súper interesante. Ha habido tres momentos en que ha estado en peligro de desaparecer, y no ha sido así por la gente que ha tenido detrás, trabajando, esforzándose, y que ha hecho posible que pudiera continuar».

En la mesa redonda de ayer también se escucharon otras voces. El archivero municipal, Aurelià Lairón, relató los diversos acontecimientos ligados a las entidades como las Fallas, la Semana Santa, los Juegos Florales u otras instituciones vinculadas en el mundo de la fiesta como la Verge del Lluch. Estas celebraciones sociales lo han convertido en un espacio muy próximo para los alcireños y referencia para los pueblos de la comarca, una situación que refuerza la imagen de Alzira como capital cultural. «El Gran Teatre como espacio, como contenedor cultural, que la sociedad ha hecho suyo y que de alguna manera también invita a la gente de los alrededores, que lo hacen suyo y que vienen a los actos, como hemos hecho los alcireños», comentó Lairón.

El programador y técnico cultural del Ayuntamiento de Alzira, Jordi Verdú, también hizo referencia al carácter popular del Gran Teatre, como un rasgo característico de este espacio, y que lo convierte en un centro al servicio de la ciudadanía, con vocación de servicio público: «Una suerte que tenemos es que aquí se hacen tantas cosas, sociales, de entidades, de colegios, etcétera, que es muy difícil de privatizar. En este sentido, muchos ayuntamientos y municipios han privatizado la gestión de sus teatros. Personalmente, no me parece una opción adecuada, porque el hecho de que lo gestione el Ayuntamiento, permite ofrecer espectáculos, obras, actividades que quizás son menos populares, pero posibilitan dar a conocer cosas que, de la otra forma, no se programarían».

El veterano periodista alcireño, Alfonso Rovira, y la actriz Rosana Mira, la popular payasa Pupetes, aportaron a la conversación realizada desde el escenario sus vivencias en el Gran Teatre: «Cuando el contratista era Miguel Zorito, y la taquillera era su hija, nos entraba al gallinero y pagábamos dos quinzets o una peseta; se encendía la cámara, se ponía todo oscuro, y todos empezábamos a botar en la butaca… ¡Yo he hecho de todo en el Gran Teatre!», confesó Rovira a los asistentes. Para Mira, el Gran Teatre «es mi segunda casa, igual como la Casa de la Cultura; me siento aquí como un pez en el agua. Recuerdo, como actriz, la primera vez que hicimos aquí el espectáculo Mamá 10, que yo estaba toda nerviosa, y no quería hacerlo, y el director me dijo: ‘venga, que el espectáculo ya está, ahora a disfrutarlo’, y fue todo un éxito».

La mesa redonda concluyó con la participación del público, que recordó varios acontecimientos vividos en el edificio, que han marcado sus vidas. El concejal de fiestas, Xavier Pérez, se sumó a la conversación para agradecer el trabajo del personal del Gran Teatre, «la tarea de los trabajadores y de los técnicos del Gran Teatre: sin ellos sería imposible hacer nada en el Gran Teatre. Creo que nunca se ha valorado el trabajo que hacen estas personas, Jordi, Jorge, Sergio, Óscar, etcétera».

La relación entre gastronomía y literatura, siguiente charla de los Premis Literaris
El Gran Teatre, del cual este año se celebra su centenario, inspira la actual edición de las jornadas culturales de los Premis Literaris Ciutat d’Alzira. La próxima cita de este ciclo tendrá lugar mañana, jueves 28 de octubre, y se trasladará a la escuela de cocina de Idea, al Respirall, donde se hablará de «Gastronomía y literatura». El cocinero Lluís Penyafort y la actriz y bailarina Pepa Cases son los invitados para explicar los vínculos entre estas dos disciplinas, y por habla de slow food, o de cocina mediterránea, entre otras cosas. El aforo de este acto es limitado y hay que inscribirse telefoneando al 962 400 450 o enviando un correo electrónico a serval@alzira.es.