La Concejalía de Patrimonio instala un panel en el cementerio con la historia del recinto

La Concejalía de Patrimonio Cultural del Ayuntamiento de Alzira ha instalado un panel en el cementerio municipal en el cual se puede conocer el pasado y presente del recinto.

El edificio fue construido a finales del siglo XIX con el fin de inhumar los cuerpos de los habitantes de Alzira puesto que, hasta ese momento, los féretros eran depositados en el interior de las iglesias, como Santa Caterina y Santa Maria, así como en los terrenos de los alrededores de éstas. Las inhumaciones también tenían lugar en los diversos conventos con los que contaba la villa, como el de Capuchinos o el de San Agustín.

Alzira contó con el Cementerio de Santa Caterina, un cementerio con mucho de renombre en su época que, por motivos de salud pública, dejó de ser utilizado a finales del siglo XVIII. Entonces se empezó a utilizar otro lugar ubicado en la partida de Tulell, pero su capacidad se vio desbordada a raíz de la Guerra del Francés y las diversas epidemias. Esto fue el detonante para la construcción del actual recinto en la partida del Pla de Corbera, un lugar donde los naranjos rodean la necrópolis. El cementerio con que contamos a día de hoy ha sufrido tres ampliaciones, ocupando un total de 42,3 hectáreas. Actualmente no hay zona de soterramiento en tierra, y únicamente existe la posibilidad de ser soterrado en nichos.

«Con la colocación del panel en el cementerio municipal, seguimos con la línea de la Concejalía de Patrimonio de dotar de información sobre todos los elementos característicos y emblemáticos de nuestra ciudad», ha manifestado la concejala encargada del área, Isabel Aguilar.

Alzira tiene un cementerio de estilo mediterráneo con planta rectangular, donde es visible, de manera clara, el paso entre la primera ampliación y las sucesivas en relación con la designada ‘zona histórica’, donde encontramos un sector cargado de patrimonio escultórico y arquitectónico. Alcireños ilustres descansan en el cementerio: el médico Estruch, la sindicalista Antonia Cerdà, el doctor Sociats, la profesora Maria Plasencia y el empresario Luis Suñer, entre otros muchos personajes que hicieron posible la Alzira que conocemos actualmente.