La ciudad de Alzira ya cuenta con pavimento ignífugo en varios emplazamientos donde se plantan monumentos falleros. A los lugares ya existentes, hay que sumar ahora el de la falla Josep Pau, donde ya se han iniciado las tareas para la colocación de adoquines que posibilitarán que el espacio donde se planta el monumento quedo protegido ante las elevadas temperaturas que sufre el suelo en el momento de la cremà.
Como en el resto de comisiones que ya cuentan con este tipo de adoquines, se aprovecharán las obras para la instalación también de una placa de mármol con el escudo de la falla y el nombre de de Josep Pau, en referencia a la conmemoración del 50 aniversario de la falla, que se cumplió el pasado ejercicio del 2020.
«Con este tipo de actuaciones ayudamos a preservar el espacio urbano de la ciudad, puesto que el empedrado en granito ignífugo ayuda a que no se deteriore el espacio donde se planta el monumento. Con esta medida, mejoramos los espacios urbanos, haciendo de Alzira una ciudad más limpia y cuidada», según el concejal encargado del área de Servicios Urbanos, Fernando Pascual.